Por: Regina Lázaro
Si alguna vez has pensado en todo lo que tu familia tendrá que tirar, donar o repartirse cuando mueras, sin que esto sea una carga que les dejes, o simplemente prefieres tener en casa lo necesario, esta práctica es perfecta.
Döstädning proviene de la unión de las palabras dö, que en sueco significa muerte, y städning, que significa limpieza. La denominada limpieza de la muerte prácticamente consiste en no solo encontrar el orden sino también lograr desprenderse de aquello que nos sobra o ya no necesitamos para ser más felices.
Este concepto surgió en el libro El arte sueco de ordenar antes de morir de Margareta Magnusson, quien hace especial énfasis en el tiempo, dolor y esfuerzo que invirtió al organizar las pertenencias de su marido luego de que éste falleciera.
Por otra parte, la autora enfatiza que no se trata de una práctica que se lleva a cabo una vez al año, sino que es un estilo de vida en el que se tiene conciencia de las cosas que poseemos y el valor que les damos, en muchas ocasiones pueden cambiar y si ya no es fundamental que esté entre nuestras posesiones es momento de despedirse de eso.
Si bien es un proceso personal que implica meditarse, también puede incluirse a la familia o amigos pues a ellos les podría interesar o servir alguna de las pertenencias desechadas, dándoles una segunda vida.
